El 2021 comenzó con nuevos proyectos para todos y la Corporación Nuestro Hogar no se quedó atrás. Las ideas para este nuevo año abundan y dos iniciativas, forjadas el 2020, se destacan como las más importantes en el horizonte de la institución. El primero, una nueva casita para el futuro de la corporación. La segunda, y más inmediata, abrir nuestro hogar a niños, niñas y adolescentes con diferentes enfermedades o condiciones que requieren tratamiento.
En este sentido muchas han sido las reuniones o conversaciones con diferentes instituciones que trabajan con NNA. La primera del año, un encuentro con Coaniquem, organización de alcance nacional que busca instalarse definitivamente en el Gran Concepción. En la reunión participaron parte del directorio de la Corporación Nuestro Hogar y representantes de Coaniquem.
El equipo de Coaniquem presente estuvo compuesto por: Rodrigo Tagle, Gerente General Corporativo de Coaniquem, Maria Magdalena Rojas Directora de Proyectos de Desarrollo y Maria Teresa Poch a cargo de la Fundación Educacional Casa Abierta Coaniquem. De la Corporación Nuestro Hogar estuvieron en la reunión Claudio Cortés Presidente de la institución, Sonia Guzman y Elena Huaiquipan del Directorio y Ferlly Varela Jefa del equipo de comunicaciones.
El encuentro comenzó con una presentación de Rodrigo Tagle sobre la historia y obra de Coaniquem. La institución cumple 42 años, ha tratado a más de 130 mil niños en su historia y cuenta con tres centros de rehabilitación en Chile. Uno en Antofagasta, donde atienden incluso a NNA de Argentina o Bolivia. Otro en Santiago, único centro que cuenta con la capacidad de realizar cirugías, y Puerto Montt. Y si bien han podido desarrollar un gran trabajo a nivel nacional, buscan instalarse en el centro sur de Chile.
Es por esto que la región del Biobío se vuelve clave para sus fines, ya que es un centro estratégico donde convergen personas de casi todo el sur de nuestro país. Para su Gerente General “sería positivo que en primera instancia podamos hacer un convenio entre Coaniquem y la casita para que nuestros pacientes se alojen ahí”. La idea sería que la Corporación Nuestro Hogar pueda recibir a jóvenes de Coaniquem y puedan compartir en la casita con los NNA pacientes oncológicos y sus familias.
Luego se reprodujo un video de celebración de los 42 años de coaniquem. En el material cuentan la historia de la institución, sus fundadores, trabajadores, profesionales y algunos pacientes. José Contreras, un niño que sufrió un incendio en su casa,se presenta como el primer paciente de la organización. Ahí cuentan sus médicos que, posterior a una exitosa cirugía, decidieron dar un paso adelante. El tratamiento de un joven quemado no se acaba con la operación y debían hacer algo con su posterior recuperación. Esto fue el primer paso de una larga historia llena de solidaridad y pasión por los NNA.
Posterior a la presentación, el Presidente de la CNH habló sobre la historia de la institución y sobre sus futuros proyectos. “Buscamos abrirnos a recibir niños con otras dolencias, donde nosotros también queremos aportar. Podemos entregar conocimiento y cierta economía a las familias. Si bien su institución (Coaniquem) no trabaja con una patología, igualmente requiere mayor atención y podrían convivir con niños y niñas pacientes oncológicos en un ambiente familiar”, comentó Claudio Cortés. Además, destacó el protagonismo de Concepción en la recuperación y tratamiento de muchas dolencias o patologías. “Buscamos principalmente aportar para que Concepción se desarrolle como una ciudad amigable y preparada para recibir niños con patologías o tratamientos especiales y que deban ser atendidos en el Hospital Regional”, agregó.
Luego, la histórica tía Sonia Guzman habló sobre el funcionamiento cotidiano de la casita. “Para nosotros lo más importante es que cada familia encuentre aquí su segunda casa. Que la madre actúe bastante libre y que se sienta en su hogar.Respetamos sus estructuras de vida, eso las ayuda mucho emocionalmente. Los niños muchas veces son hospitalizados, por lo que las mamás viven más acá y se acompañan mutuamente”, relató Sonia. Para la tía, “la madre tiene que sentirse libre, cómoda de vivir en la casita con su sistema. Yo estoy acá siempre y vivo con ellas los peores momentos y también en los buenos, por eso conozco bien sus necesidades”, agregó finalmente.
El encuentro finalizó con información sobre la cantidad de alojamientos de la casita, aspectos diarios de funcionamiento y su relación con el Hospital Regional. Se espera que esta relación se consolide y puedan estas dos grandes instituciones trabajar unidas. Todo por el bien mayor de los NNA de nuestro país y por convertir a Concepción en la capital de los tratamientos de menores de edad.